El turismo activo, como su nombre lo indica, implica un turismo dinámico que busca nuevas experiencias y que está estrechamente relacionado con el deporte, la naturaleza y la aventura.
Una combinación que ayuda a eliminar el estrés, a disminuir la presión arterial, la depresión y la fatiga y a ganar autoestima. Además al estar en contacto con la naturaleza el cuerpo se oxigena mejor y se contrarrestan los síntomas del envejecimiento prematuro de la piel ocasionados por la contaminación de las grandes ciudades.
El norte de España ofrece precisamente en verano, con un calor moderado, grandes oportunidades a este tipo de actividad.
Sin duda una buena forma de realizar turismo activo en la zona es optando por los deportes menos convencionales o de riesgo ya que conjugan a la perfección aventura, naturaleza y ejercicio. Dentro de este campo las opciones son de lo más variadas y pueden ir desde hacer rafting por el río Miño en Galicia o por Foz Verde en Huesca hasta descensos por el Sella, piragüismo, espeleología en cuevas como la de Buxu o esquí, snowboard y alpinismo en distintos puntos de Los Pirineos. El parapente, el barranquismo y el buceo son otras de las opciones más solicitadas. En este último caso conviene alojarse en ciudades de mar como Gijón (puedes ver todas las opciones disponibles aquí) para poder disfrutar de la vida submarina sin tener que hacer grandes desplazamientos.
Quienes, en cambio, prefieran actividades menos arriesgadas pueden practicar senderismo por las vías verdes, es decir, las antiguas vías del ferrocarril rehabilitadas como sendas bici o como caminos para recorrer a pie. De esta forma se puede hacer ejercicio, estar en contacto directo con la naturaleza y acceder a sitios increíbles como pueblos medievales, bosques, ríos, valles, castillos, iglesias, etc. Algunas de las rutas más recomendadas son la del Eo de 12 km que combina Asturias y Galicia; la de la Senda del Oso y la del Pas en Cantabria. También existe la posibilidad de visitar parques nacionales como el de las Islas Atlánticas, el de Somiedo y el de los Picos de Europa, entre otros.
Para seguir en contacto con la naturaleza, pero esta vez de una forma más relajada, se pueden aprovechar las aguas termales gratuitas disponibles en el río Cidacos donde hay tres piscinas naturales, las Termas de Chavasqueira en donde se puede estar incluso hasta bien entrada la madrugada, las de As Burgas y Tinteiro en Ourense y las del pequeño pueblo de La Hermida en Cantabria. Los beneficios de estas aguas son enormes, sobre todo, para quienes sufren dolores reumáticos y problemas en la piel. No hay que olvidar que además de tener propiedades antisépticas y analgésicas, se caracterizan por su capacidad para eliminar toxinas, mejorar la hidratación y reducir el sebo de la piel.
Por último, otra gran forma de hacer turismo activo en el norte es combinando el ejercicio físico con la cultura, haciendo algunas etapas del Camino de Santiago ya sea a pie, en bicicleta o, incluso, montando a caballo. Aquí lo ideal es hacer al menos 100 km, ya que es la distancia mínima para poder recibir la Compostela. Si bien el recorrido mejor equipado, en lo que a albergues se refiere, es el camino francés hay otros como el primitivo que destacan por sus increíbles panorámicas.
Aprovecha el próximo mes de septiembre para recorrer el Norte, te encantará.
CO
