El proyecto “Limpia ríos, Salva océanos” nació hace dos años auspiciado por la colaboración entre Biotherm y la Fundación Ecoalf en su lucha por la conservación de los ecosistemas acuáticos.
LIMPIA RÍOS, SALVA OCÉANOS ha situado en primera línea de acción la necesidad de actuar en los ríos y poner en valor su función ecológica. Proveen diversos servicios ecosistémicos como, por ejemplo, ser fuente de agua y cobijo para los seres vivos, transportar materiales como sedimentos o sales y ser una pieza clave en la lucha contra el cambio climático; es decir, la conservación de estos ecosistemas es prioritaria para el medio ambiente.
En su primera etapa, el proyecto se centró en el cuidado y mantenimiento del río Jarama. El éxito conseguido hasta la fecha ha motivado su ampliación al río Tajo a través de un estudio pionero.
Esta ambiciosa propuesta, cuya duración está prevista en tres años, inició su andadura en el río Jarama en noviembre de 2020. Las labores de concienciación y voluntariado para la recogida de residuos abandonados en los márgenes del río Jarama a su paso por la Comunidad de Madrid juegan un papel decisivo en el desarrollo de la misma.
La investigación, el conocimiento científico y la restauración de la biodiversidad han sido otros de los pilares de LIMPIA RÍOS, SALVA OCÉANOS en su primera etapa . Se han realizado estudios de caracterización de residuos y análisis de microplásticos en la orilla y cauce del río. Además, se ha contado con la participación ciudadana para la limpieza y la recuperación de la biodiversidad, y se han organizado talleres con centros educativos.
Si los trabajos en el río Jarama han tenido un importante componente de concienciación, el proyecto amplia su área de actuación al río Tajo de un modo científico, investigador e innovador.
Con la colaboración de Paisaje Limpio, el propósito de LIMPIA RÍOS, SALVA OCÉANOS se centra ahora en el conocimiento de los residuos que se han acopiado o lo harán en un Futuro en diferentes áreas del río Tajo en su relación con el Jarama.
Para ello, se ha instalado estratégicamente una barrera de hidrocarburo antes de que el río
Jarama desemboque en el Tajo, a la altura de la ciudad de Aranjuez, y una vez haya vertido sus aguas en el mismo, en la provincia de Toledo.
Esta barrera de hidrocarburo de 75 metros de largo se utiliza habitualmente en zonas portuarias o en mar abierto para retener el fuel en caso de fuga. En este caso, está sirviendo para captar residuos flotantes gracias a diferentes muestreos.
Una vez completadas todas las muestras, el material, clasificado convenientemente, pasa a ser analizado por los técnicos para, así, ampliar vías de investigación y poder hallar fórmulas que contrarresten la presencia de basura en los cauces fluviales y, en consecuencia, que lleguen al mar.
