¿LA PIEL GRASA ENVEJECE MEJOR QUE LA SECA?

Existe una creencia muy extendida de que la piel grasa presenta menos arrugas a lo largo de los años. ¿Es realmente así?

Hay quienes tienen la piel grasa en general y quienes cuentan con lo que muchos denominan piel mixta, término que alude a la distribución de la grasa facial de manera irregular, según las zonas. Partiendo de esta idea, cabe destacar que esto se refiere sobre todo a la piel del rostro, puesto que, de manera generalizada, es mucho más grasa que la del cuerpo, ya que presenta un número mayor de glándulas sebáceas.

Esas glándulas sebáceas suelen tener especial presencia en lo que comúnmente denominamos zona T y que recoge la frente, la nariz y el mentón, presentándose en algunas personas también en las mejillas.

¿Es bueno tener la piel grasa o es mejor tenerla seca?

Pues en realidad, parece ser que, sin ánimo de ser alarmistas, en realidad no es mejor una opción que la otra.

Las pieles secas suelen sufrir de una falta de hidratación, en ocasiones, debido a que tienen su barrera hidrolipídica comprometida. Esa falta de humectantes y emolientes puede producir efectos adversos como son las rojeces, el acné-rosácea o las cascadas de envejecimiento por rotura de cadenas de colágeno al tener la piel desequilibrada.

Sin embargo, esto no implica que las pieles grasas tengan más ventajas que las secas, sino que pueden sufrir de afecciones diferentes.

Una piel con una producción excesiva de sebo puede desencadenar procesos inflamatorios, depósitos de bacterias u oclusiones que derivan en acné, un cambio en la textura del tejido con un aspecto de poros más abiertos o inflamados, además de otros síntomas a lo largo del tiempo: pigmentación producida tras procesos inflamatorios o una inactividad celular debido a que la piel se relaja creyendo que la producción de grasa la equilibra, lo que puede provocar arrugas o descolgamiento facial al perderse la síntesis natural de colágeno.

La creencia de que una piel grasa envejece mejor, por lo tanto, no es correcta del todo. En este sentido, mientras que una piel seca suele presentar envejecimiento debido a la falta de hidratación, lo cual puede revelar arrugas y una piel menos rica en colágeno y elastina, las pieles grasas pueden presentar un aspecto similar, lo único que el camino hasta esos efectos visibles es diferente. 

En el equilibrio está la solución

 Al final, lo que debemos perseguir es un equilibrio, intentando evitar zonas más grasas que otras y sin llegar a seborregular en exceso para no acabar en el bando contrario, con una piel sensibilizada. En este sentido, existen varias opciones cosméticas que pueden ayudar a seborregular el tejido cutáneo.

Una de estas opciones es el ácido alfa lipoico que, aunque lleve de nombre la palabra ácido, no es exfoliante, aunque sí es un poderosísimo seborregulador, además de un gran antioxidante.

Otro son determinados aceites, como el de jojoba o el de semilla de kukui ayuden con este objetivo. Aunque poseen una base lipídica, dejan acabado seco y, lejos de aumentar los niveles de grasa, los reducen con un uso cotidiano del ingrediente.

También posee una gran función equilibrante la niacinamida, que no solo calma o ayuda a evitar la pigmentación en la piel, sino que, además, nivela la cantidad de sebo que producimos.

Luego encontramos a los famosísimos ácidos exfoliantes, donde se encuentran los alfahidroxiácidos como el glicólico, de bajo peso molecular y poderoso exfoliante por ser capaz de romper las cadenas de células muertas de forma más profunda. 

Sin embargo, el ácido exfoliante estrella es un betahidroxiácido que muchos conoceremos: el ácido salicílico. Además de exfoliar, tiene una maravillosa capacidad para penetrar en los poros y eliminar el exceso de sebo, a la vez que ayuda a regular su producción.

Las arcillas son otros ingredientes maravillosos cuando se trata de regular. Determinadas, como la blanca, la rosa u otros lodos, como el Moor, ayudan a retirar el exceso de sebo de la piel.

Por último, los retinoides son seborreguladores por excelencia. Desde el famoso retinol en sí, hasta la estrella de ellos, el retinal o retinaldehído, cuya capacidad de nivelar la producción sebácea es mucho mayor y, además, tiene acción antibacteriana, lo que evita los procesos acnéicos.

Asesoramientos: Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga, responsable técnica de Ambari Beauty. Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour. Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. Raquel González, cosmetóloga y directora de educación de Perricone MD. Marta Agustí, asesora técnica de Purenichelab.com. Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8. Ana Yuste, responsable de formación de Aromatherapy Associates.

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Acerca de Agueda Orozco

Profesional con gran experiencia en la edición de revistas profesionales de peluquería y estética, organizadora de certámenes profesionales y creadora del blog Beauty Today.
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