Son un público objetivo muy importante, pero las marcas, a excepción de las vinculadas a la belleza, la moda o el hogar siguen empeñadas en desdeñar a las mujeres.
La mayoría de las empresas sigue fallando a la hora de conectar con las mujeres, no hay más que ver los anuncios de coches, dirigidos casi exclusivamente a una clientela masculina, y eso a pesar de que el poder adquisitivo de las mujeres crecerá en 6 billones de dólares durante los próximos cinco años.
Según un reciente estudio de Boston Consulting Group (BCG ), los ingresos anuales de las mujeres trabajadoras crecerán una media de 8.000 dólares en todo el mundo en 2018 hasta alcanzar los 18,5 billones de dólares.
Está claro que el poder adquisitivo de la audiencia femenina es cada vez mayor, pero aun sí son muy pocas las marcas que pueden presumir hoy por hoy de satisfacer plenamente las necesidades de las mujeres.
Para llevar a cabo su informe, BCG entrevistó a casi 7.800 mujeres procedentes de 13 países y concluyó que la gestión de su propio tiempo es la principal dificultad a la que se enfrentan éstas en su día a día personal y laboral.
A ello se une que el 40% de los hombres continúa sintiendo bastante desapego hacia las tareas del hogar, una cifra que se eleva al 63% en Brasil y que desciende, sin embargo, al 30% en la India.
Las mujeres son un público que tiene cada vez más poder adquisitivo y por eso las marcas harían bien en “buscar maneras de hacerlas en invertir en productos y servicios especialmente diseñados para responder a sus necesidades”, explica Michal J. Silverstein, socio de BCG.
“Muchas mujeres siguen llevando sobre sus hombros la responsabilidad de gestionar la economía familiar sin tener ni suficiente dinero y ni suficiente tiempo y padeciendo además mucho estrés”, señala Silverstein. En este sentido, las marcas deberían poner las insatisfacciones de la audiencia femenina en su punto de mira cuanto antes, añade.
Cuando las marcas se esfuerzan verdaderamente en dar respuesta a las necesidades de las mujeres, los resultados se dejan notar en las ventas, recalca Silverstein.
Fuente: Marketing Directo