Los aceites vegetales son productos totalmente naturales que se obtienen de una gran variedad de diferentes plantas. De semillas, frutos u otras partes de las plantas por diferentes métodos de prensado. En cosmética se utilizan especialmente para el cuidado de la piel.
Hoy hablaremos dedos exquisitos aceites vegetales, el de arándano y el de cáñamo. Dos aceites perfectos para nuestro cuidado diario.
El aceite vegetal de arándano cautiva solo al abrir el envase. Su olor de fruta aciculada logra sumergirnos en la frescura de los bosques del sudeste de Canadá.
Gracias a su maravillosa textura, suave y fluida se convierte en la solución ideal para pieles sensibles. Su alto contenido en antioxidantes permite actuar frente a los impactos que nos enfrentamos cada día como la contaminación o el sol. Además, es especialmente útil para pieles maduras por su acción anti-edad.
Se aconseja acompañar la rutina facial con unas gotas del aceite vegetal de arándano
para que la piel se vea rica y revitalizada tanto por fuera como por dentro.
En cuanto al aceite vegetal de cáñamo es perfecto para nutrir todo el cuerpo en profundidad. Su textura es fluida y de muy rápida absorción convirtiendo a este aceite
vegetal en un básico para la hidratación diaria de la piel.
Sus propiedades calmantes alivian las pieles irritadas, siendo un aceite tolerado por todo tipo de pieles, además no es comedogénico. En el caso de querer potenciar esta acción calmante, se añaden unas gotas de aceite esencial de lavanda.
Dos aceites que no deben de faltar en el cuidado diario de la piel.
Fuente: https://www.pranarom.com/