QUE NO TE CONFUNDA EL CANSANCIO

Uno de los síntomas que delatan al dichoso Coronavirus es el cansancio, y quizás lo estés notando ahora, lo que puede confundirte. Si el cansancio no viene acompañado por tos seca y dificultad en respirar, pudiera ser que estuvieras simplemente padeciendo una astenia primaveral.

Precisamente la astenia primaveral es un síntoma presente en varios trastornos, caracterizado por una sensación generalizada de cansancio, fatiga, debilidad física y psíquica; con principal incidencia entre las personas de 20 a 50 años, y mayor preponderancia en las mujeres que en los hombres.

Se origina principalmente por el estrés, aunque puede tener otro origen. La depresión puede producir astenia. Una hipótesis sugiere que la astenia se debe a la disminución de beta-endorfinas, sustancias que segrega el sistema endocrino, y que son responsables de la disminución de la sensación de dolor.

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Marta Gamarra

Marta Gamarra, Directora de Formación de Eve Lom y Colbert en España, nos habla de la astenia primaveral y nos da los tips para combatirla.

La astenia primaveral es un trastorno que se produce durante el cambio de estación del invierno a la primavera y que afecta a un gran número de personas. Este trastorno de corta duración se produce porque nuestro cuerpo no consigue adaptarse adecuadamente a los cambios que conlleva la llegada de la primavera: más intensidad lumínica, temperaturas un poco más elevadas, aumento de las horas de sol, cambios en los niveles de presión y humedad, etc. Todos estos factores influyen en nuestros ritmos vitales o circadianos, que tan importantes son para nuestro organismo.

El principal síntoma que aparece es la irritabilidad y cansancio, al adelantar una hora nuestro ritmo biológico cambia, haciendo disminuir la producción de endorfinas. Además estos síntomas que aparecen en nuestro organismo se reflejan también en nuestra piel. Al aumentar el cansancio nuestra piel pierde luz encontrándose apagada y centrina además acumula un mayor número de toxinas evitando la correcta renovación celular.

Para combatir este proceso que suele durar entre cinco días y dos semanas se recomienda:

1. Exfoliar ligeramente nuestra piel.

Esta exfoliación nos va a ayudar a incrementar la luminosidad de nuestra piel, ayudando a unificar el tono y eliminando las células muertas superficiales que hacen que ésta se vea opaca y centrina.

2. Nutrir y dar luz.

Durante este periodo es muy recomendable aumentar no sólo el consumo de vitaminas de forma alimenticia sino también en cosmética. Es común ver que aumentan el consumo de cosméticos ricos en vitamina C o en retinol pero hay que tener un especial cuidado ante estos principios activos, porque un uso incorrecto puede producir manchas en la piel debido al contacto de ésta con el sol ya que son fotosensibles. Para que este proceso no se produzca, las vitaminas que apliquemos siempre deben de estar tratadas y encapsuladas así conseguiremos una liberación dentro las capas más profundas aportando alimento a nuestras células y luminosidad sin riesgos.

3. Protegernos del sol

Debido al aumento de luz y el calor nuestra piel se encuentra mucho más expuesta al sol por lo que para preservar su juventud y prevenir daños futuros siempre se recomienda un buen filtro de protección adecuado a las caracterísicas de nuestra piel.

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Acerca de Agueda Orozco

Profesional con gran experiencia en la edición de revistas profesionales de peluquería y estética, organizadora de certámenes profesionales y creadora del blog Beauty Today.
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