EL ACEITE DE CÁRTAMO EN COSMÉTICA

El aceite de cártamo es un ingrediente que la piel agradece, por lo que suele incluirse en la formulación de muchos productos de belleza, aunque no suela ser el protagonista de ninguno.

Esta planta, de origen oriental, procede de diversos lugares como Asia, Australia o Japón. Su aceite se extrae de las semillas de la planta, en frío y de primera presión (sin refinar) para que mantenga sus propiedades. Antiguamente solía utilizarse para teñir, pues la palabra carthamus viene del hebreo kartami y quiere decir teñir, sirviendo de colorante para diversos usos.

Hoy tiene muchas otras utilidades, especialmente en formulaciones cosméticas, ya que su aceite cuenta con grandes propiedades hidratantes y antiedad. Si bien no suele aparecer como el ingrediente protagonista, como sí lo son actuamente el retinol o el ácido hialurónico, está presente en muchos cosméticos.

¿Por qué es beneficioso para la piel ?

La piel tiene una barrera que se denomina hidrolipídica y que es fundamental para mantener su estado óptimo, por ello es necesario aportarle tanto ingredientes humectantes como lípidos que aseguren que se mantiene en estado óptimo. En este sentido, el aceite de cártamo aporta ácidos grasos esenciales, sobre todo de Omega-9. Al formar parte de un producto cosmético, lo que le aporta es un refuerzo de su función barrera sin con ello congestionarla, sellando la humedad de la piel y favoreciendo que no pierda principios que hayamos podido aportar previamente, como el pantenol o el ácido hialurónico.

El aceite de cártamo es un muy ligero, particularmente conveniente para la piel grasa. Gracias al alto porcentaje de ácido linoleico, penetra rápidamente en la piel sin engrasarla. En combinación con otros ingredientes antiinflamatorios, este aceite es ideal para el cuidado de la piel altamente impura.

Uno de sus beneficios es su acción calmante , por lo que es muy eficaz en problemas concretos de la piel, como la dermatitis, la piel atópica y los eccemas. Además es indicado para regular las pieles secas y muy secas.

Su aceite contiene un 70% de linoleico, un 20% de oleico y un 5% de palmítico. Y por ello previene la formación de radicales libres, líneas de expresión y arrugas, lo que lo hace ideal como tratamiento antienvejecimiento.

Y también muy beneficioso para el cabello

A diferencia de otros aceites, el de cártamo penetra directamente en el cuero cabelludo y el cabello. Gracias a las grasas poliinsaturadas omega 6 o ácido linoleico y el omega 9 o ácido oleico permite que el cabello se regenere y crezca más saludable. Su aplicación encabellos dañados o muy secos es otra opción muy recomendable, ya que restaura el cabello roto o apagado sin estropearlo, también previene su caída.

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Acerca de Agueda Orozco

Profesional con gran experiencia en la edición de revistas profesionales de peluquería y estética, organizadora de certámenes profesionales y creadora del blog Beauty Today.
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