CÓMO INFLUYEN LOS COSMÉTICOS EN NUESTRO CEREBRO

La conexión entre el nervio olfativo y el sistema límbico son la clave para que algunos productos sean capaces de crear impulsos nerviosos capaces de cambiar nuestro estado de ánimo.

Dentro del sector de la cosmética podemos encontrar infinidad de opciones para tratar las diferentes afecciones y necesidades de la piel. Pero sin duda, resulta interesante profundizar en aquellas que no sólo se quedan en la superficie, sino que tienen la capacidad de incidir en nuestro bienestar psíquico.

El poder de los aromas procedentes de la naturaleza siempre han formado parte de la historia. Los egipcios ya hacían uso de los aceites esenciales para fines medicinales y el cuidado de salud y también los romanos, quienes difundieron  sus conocimientos sobre plantas aromáticas a través de  Europa.  En nuestra época se le ha sumado la certeza de que ciertos productos tópicos, gracias a su sensorialidad, a través de perfumes, colores o texturas, son capaces de afectar a nuestros sentidos y modular nuestro estado de ánimo. 

Hoy en día a este tipo de productos capaces de crear sensaciones vivas en nuestro organismo y mente se les conoce como neurocosméticos.

¿Qué es un neurocosmético?

Un producto neurocosmético cuenta con la capacidad de incidir, generar o desencadenar distintos estímulos en el sistema nervioso, dando lugar a diferentes emociones o estados de bienestar. Este tipo de cosmética está muy asociada a la aromaterapia, una técnica capaz de actuar a nivel físico, a través de la aplicación tópica de producto, y a través de su inhalación.

A nivel tópico tenemos como ejemplo los aceites esenciales cuyas moléculas, en la concentración adecuada, viajan a través de la epidermis, principalmente a través del folículo piloso hacia la dermis y eventualmente alcanzan la sangre y los vasos linfáticos de la piel. Una vez que ingresan a la circulación, pueden transportarse a todas las áreas del cuerpo. De esta forma llegan rápidamente a las áreas del cuerpo con buena circulación, como por ejemplo el hígado, los riñones y algunos grupos musculares, con importantes efectos beneficiosos. 

En lo que respecta a la inhalación, el nervio olfativo está comunicado y conectado con el llamado cerebro emocional, el hipotálamo, provocando que el sistema nervioso se active y libere neurotransmisores, unos comunicadores encargados de mandar señales y hacer que se produzcan las emociones. Es decir, en el momento en el que se liberan esos neurotransmisores, comenzamos a sentir. 

Las emociones vividas a través de los neurocosméticos van a depender de la combinación de olfativa que tenga cada aceite esencial, la base de cada aceite, provocando sensaciones diferentes, pudiendo ser más placentera, más estimulante, relajante, o incluso más sedante.

Eficacia de la aromaterapia

El sentido del olfato es el más primitivo de nuestros sentidos y está vinculado a las partes más profundas del cerebro que gobiernan los instintos básicos, los recuerdos y las emociones. Los aromas pueden desencadenar respuestas emocionales e incluso físicas y permiten un recordar una experiencia vivida, lugares y personas. La aromaterapia se basa en el uso de productos aromáticos, como los aceites esenciales y otros compuestos, con el objetivo de mejorar el bienestar psicológico o físico​. 

A través de la inhalación, los aceites esenciales funcionan muy eficazmente en el sistema respiratorio. Sus propiedades antibacterianas y antivirales los hacen ideales para mantener la salud dentro de los senos nasales, la garganta y el tórax, y también para el alivio sintomático de infecciones y alergias.

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Acerca de Agueda Orozco

Profesional con gran experiencia en la edición de revistas profesionales de peluquería y estética, organizadora de certámenes profesionales y creadora del blog Beauty Today.
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