LA UNIÓN EUROPEA PROHIBE EL RETINOL

¿Qué es lo que se prohíbe?

La ley se aplica a concentraciones del 0,3% de retinol en productos de uso facial, refiriéndose al retinol puro o sus derivados con acetatos y palmitatos, sin afectar a otros tipos de retinoides, Esto significa que no todos los derivados de vitamina A se quedan fuera del mercado y que el retinol, como tal, se mantendrá, pero con las concentraciones inferiores.

De hecho, en el mercado se quedan opciones o alternativas que te pueden gustar mucho más, porque resultan más efectivas, rápidas y con menores (o ningún, incluso) efecto secundario. Hablamos de derivados de la vitamina A también, pero en este caso de otros sí permitidos, como el retinal o el retinyl retinoato que, de hecho, se han ido diseñando por si una situación así ocurría. Son principios con una altísima tolerancia que, por otro lado, tienen incluso mayor efectividad que el retinol tradicional, tal cual lo conocemos.

La ciencia y la investigación y el desarrollo están detrás de este plan alternativo para que las pieles se puedan seguir regenerando con los retinoides que conforman el estándar de oro para tratar aspectos como las arrugas, el acné, las manchas o la pérdida de firmeza.

Existen diversas sustancias que sí pueden utilizarse sin restricciones en cosmética, como por ejemplo el r-Retinoato, una molécula que no requiere un período de adaptación ya que no irrita, es apto hasta para las pieles más sensibles, se puede usar por el día porque no es fotosensible y, además, sus efectos son 8 veces más potentes que los que ofrece un retinol tradicional.

Otra de las sustancias permitidas es el retinal, uno de los derivados de la vitamina A cuyo nombre real es retinaldehído. Y aunque el término se parece mucho al retinol, la letra a que tiene al final marca mucho la diferencia. El retinal es 11 veces más rápido que el retinol y, además, suele presentar muchos menos efectos secundarios en el período de adaptación o retinización, siendo más tolerable por quienes sufren pieles más sensibles. De hecho, se recomienda a veces en pieles con rosácea para ir engrosándolas. Una particularidad del retinal, además, es que es antibacteriano, por lo que resulta ideal para quienes sufren acné, frenando así este tipo de procesos infecciosos.

Recordemos que el retinol, como tal, no queda prohibido, y que la limitación es para productos que superen el porcentaje del 0,3%. Y siempre seguirá existiendo el bakuchiol, una alternativa vegetal al retinol que, de hecho, se puede mantener en épocas como el embarazo. Cumple la misma función, aunque lo haga de forma más lenta.

Asesoramiento:  Mireia Fernández, directora técnica de Omorovicza, Sonia Ferreiro, biotecnología y cosmetóloga en Byoode, Estefanía Nieto, directora de Medik8, Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. 

Foto del avatar

Acerca de Agueda Orozco

Profesional con gran experiencia en la edición de revistas profesionales de peluquería y estética, organizadora de certámenes profesionales y creadora del blog Beauty Today.
Esta entrada fue publicada en Cosmética, Estética, Medicina estética, Salud. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *