Aunque parezca una paradoja, con la crisis las intervenciones de cirugía estética han aumentado en nuestro país.
Según el doctor Antonio Tapia, especialista en la materia,»la recesión económica ha provocado un «doble efecto» en las tendencias estéticas de los pacientes. Mientras que las liposucciones han disminuido un 40 %, las cirugías faciales han aumentado un 22 % entre las mujeres».
Aproximadamente un 20% de las operaciones estéticas llevadas a cabo se realizan para alargar la vida laboral, es decir para conservar o bien acceder a un puesto de trabajo. Parece ser además que el hecho de que las intervenciones faciales sean algo más económicas que las liposucciones ha contribuido al incremento de aquellas.
Por otra parte, según afirma el experto, siempre que hay un periodo de crisis «aumentan las clientes en el campo de la estética». Una operación de cirugía estética «aumenta mucho la seguridad en uno mismo».
Es posible que por motivos de la crisis o por haberse puesto de moda, pero lo cierto es que el número de intervenciones de cirugía estética sigue creciendo en nuestro país.
Según datos facilitados por SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) los españoles gastan 1.000 millones de euros al año en este tipo de intervenciones. Con un presupuesto medio de 500 euros, más de 8 millones de mujeres y cerca de 2 millones de hombres afirman haberse realizado algún tipo de tratamiento estético de rejuvenecimiento.
No obstante este mismo organismo alerta sobre el incremento de portales que ofrecen descuentos en tratamientos de medicina estética ‘low cost’ para conseguir un mayor número de clientes. Un hecho que, a su juicio, sólo beneficia al portal intermediario y que perjudica tanto al paciente por la insatisfacción, pues no resulta rentable dedicarle el tiempo y la atención suficientes para brindarle un servicio de calidad, como al practicante quien apenas cubre costes.
«La mayoría de los tratamientos estéticos que se realizan por debajo de su coste suponen un riesgo para el paciente porque en muchos casos el personal no está calificado para su práctica, los lugares no son adecuados, no se utilizan productos homologados o se realizan prácticas incorrectas de los productos aplicados», ha comentado al respecto la doctora Natalia Ribé.
Fuente: Europa Press