Muchas tiendas físicas no se quitan de la cabeza el “showrooming” y el impacto supuestamente negativo que tiene esta práctica en su negocio. Sin embargo, más que temer los efectos del “showrooming”, los retailers debería posar su mirada en otra tendencia: el “webrooming”.
Según datos de Merchant Warehouse[1], el 66% de los consumidores dice haber hecho ya suya la práctica del “webrooming”: mirar primero en internet y comprar después en las tiendas físicas. Este porcentaje desciende, en cambio, hasta el 50% en el caso del tan temido “showrooming”, en el que el consumidor hace justamente lo contrario, mira primero en las tiendas físicas y compra después en internet.
A la hora de decantarse por el “webrooming”, el consumidor tiene en cuenta factores como evitar los costes de envío asociados al e-commerce (47%) y no tener que esperar para recibir el producto adquirido (23%).
Gracias al “webrooming”, el nivel de estrés que lleva aparejado habitualmente el acto de ir de compras desciende además notablemente. El 37% de los consumidores prefiere mirar primero en internet y comprar después en las tiendas físicas porque las devoluciones son así más sencillas, mientras que el 46% quiere tocar y sentir el producto en las tiendas físicas antes de adquirirlos.
¿La conclusión? Que puede que el “showrooming” esté haciendo pupa a los retailers, pero su otra cara de la moneda, el “webrooming”, es desde luego muy ventajosa para las tiendas físicas.
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