Francia es un país donde la cosmética y la perfumería tienen una tradición centenaria y, por ello, se ha convertido en un punto de referencia para los productores de cosméticos de todo el mundo.
El sector de industria cosmética ocupa el cuarto lugar en Francia respecto a la economía del país, y el segundo en cuanto a las cifras de la exportación.
Tras una significativa caída de las ventas de cosméticos entre 2007 y 2009 por efecto de la crisis, éstas han vuelto a crecer, especialmente gracias a los productos de aseo y de cuidado corporal, entre los que se encuentran los productos antiedad. Este tipo de cosmético ha registrado un fuerte aumento en las ventas, debido a la creciente preocupación por el aspecto físico y, principalmente, al aumento de la esperanza de vida.
La tendencia a cuidar el aspecto externo y a eliminar los signos del envejecimiento no sólo afecta al colectivo femenino, los hombres también se han adherido a la moda del cuidado corporal y del bienestar, y el consumo en cosmética masculina va en aumento año tras año, no sólo en Francia, sino en todo el mundo.
Para atender a esta nueva demanda se han creado líneas de productos específicas para el hombre que van más allá de la tradicional cosmética para el aseo personal y el afeitado. No es raro que ellos utilicen a diario cremas hidratantes y antienvejecimiento.
Si comparamos el volumen de ventas registrado por los perfumes y el maquillaje, vemos que estos cosméticos han experimentado un crecimiento más moderado, ya que, ante la caída del poder adquisitivo, el consumidor tiende a racionalizar la compra de este tipo de productos. Pese a ello, los perfumes siguen siendo los cosméticos más vendidos en el país galo (46% de la facturación del sector).
El crecimiento de la producción en el sector cosmético de nuestro país vecino proviene también de la demanda de mercados extranjeros, donde el “made in France” tiene especial aceptación.
Tras la caída de más del 11% en 2009, en 2010 y 2011 las exportaciones de cosméticos franceses volvieron a crecer un 10% y un 7%, respectivamente. Este incremento se fundamenta en la notable recuperación del consumo internacional, que se debe, particularmente,al dinamismo de la demanda en los países emergentes de Asia, de América del Sur y de Oriente Medio. En 2011, el volumen de las exportaciones francesas alcanzó los 10.103,95 millones de euros.
En el segmento de la cosmética, la mayor parte de las ventas internacionales está compuesta por productos de belleza (47,5%) o de perfumería (34,3%).
Paralelamente, la importación de cosméticos en Francia también se ha recuperado en los dos últimos años. Al igual que en el caso de las exportaciones, el segmento de los productos de belleza representa prácticamente el 50% de las importaciones de cosméticos. La procedencia de estas importaciones es variada, pero más del 60% se concentra en Europa y, más concretamente, en países como Alemania, Italia o España.
Finalmente, si observamos el sistema de distribución de la cosmética en Francia, veremos que las perfumerías selectivas son el principal punto de venta para productos cosméticos. Se trata de un sector cuya concentración aumenta, dado que las principales cadenas de perfumerías acaparan cada año una cuota de mercado mayor. Sin embargo, la reducción del poder adquisitivo ha reforzado el posicionamiento de las marcas de distribuidor (marcas blancas) en todos los canales y ha generado la creación del concepto low-cost para un amplia gama de productos.
Fuente: Icex