Durante esta época del año con tantas celebraciones, prácticamente una tras otra, nuestro rostro refleja el cansancio y la falta de sueño.
El rostro es nuestra carta de presentación y su aspecto crea la primera impresión en quienes nos ven por primera vez o incluso en quienes nos conocen desde hace tiempo. La fatiga por el cansancio y la falta de sueño acumulados se ven reflejadas en las ojeras, las líneas de expresión, una piel opaca, y una inclinación descendente de la curvatura de los labios.
El sueño tiene efectos muy importantes en nuestro cuerpo. Si dormimos bien, el cerebro descansa, tiene más capacidad para recordar las cosas y aporta más agilidad mental. También ayuda a que descasemos físicamente y tengamos más energía el día siguiente, e incluso ayuda a fortalecer el sistema nuestro sistema inmunológico.
Un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Estocolmo, en Suecia, confirma que las personas suelen tratarse de diferente manera cuando su cara refleja que no han dormido.
Para llegar a esta conclusión, dicho estudio, publicado en la revista Sleep, tomó fotografías de 10 personas después de haber dormido durante 8 horas y nuevamente tras no haber dormido por un lapso de 31 horas. Los investigadores mostraron las fotos a 40 personas que las evaluaron teniendo en cuenta 10 señales o gestos faciales, fatiga y tristeza. Como era de esperar, las fotos que mostraban falta de sueño estuvieron relacionadas directamente con la fatiga.
Basados en esta capacidad de descifrar gestos del rostro, las personas emiten juicios de valor sobre de si alguien es confiable, es agresivo o competente. Además, el estudio encontró que las señales faciales de fatiga pueden tener repercusiones en cuanto a la seguridad en el trasporte y en diagnósticos médicos. Es decir, que interpretar las señales del rostro puede contribuir enormemente a identificar la fatiga y la falta de sueño en pilotos y conductores de camiones y trenes.
Así mismo, una cara fatigada podría ser una señal de que hay alguna condición más seria, como una enfermedad crónica o incluso, depresión.
Un cirujano plástico de Nueva York, no vinculado con este estudio, afirmó por su parte que todos emitimos, consciente o inconscientemente, juicios sobre otras personas basados en su apariencia. El carácter, la fortaleza, qué tan atractivas son y otras cualidades pueden ser vistas a través del rostro, independientemente de si estas observaciones son acertadas o no.
Deducción lógica de esta investigación es la necesidad de descansar suficientemente para que los ojos no se hinchen, para que no tengamos ojeras, para que nuestra piel no se vea opaca, y podamos empezar el año reflejando en nuestro rostro lo mejor de nosotros, pero sobre todo, que empezar el año con buena salud.
Fuente: www.vidaysalud.com