Con la llegada del invierno, nuestra piel se enfrenta al frío, el viento y bruscos cambios de temperatura que pueden dar lugar a sequedad, tirantez, descamaciones o rojeces. Un panorama nada estimulante del que, sin embargo, se puede salir airosa introduciendo sencillos cambios en los hábitos.
Eva Raya, cosmetóloga y co-creadora de Alice in Beautyland, nos da las pistas.
COME ALIMENTOS DE TEMPORADA
“La ingesta de frutas y verduras frescas de temporada aporta los nutrientes necesarios para cada época del año, sobre todo si son de cultivo ecológico y de proximidad»
Según un reciente estudio del British Journal of Nutrition, las plantas, con el fin de adaptarse a las circunstancias que les rodean, como frío, radiación, contaminación, virus o bacterias entre otros, son capaces de elaborar una gran variedad de moléculas específicas que les ayudan a protegerse de su entorno. Una misma especie de planta produce sustancias fitoprotectoras específicas y diferentes a otra desarrollada en un lugar distinto, y ha tenido una adaptación epigenética de décadas e incluso siglos a las condiciones de su entorno.
«Una planta que se ha cultivado en un lugar próximo a donde nos encontramos, absorbe una micriobiota similar a la que respiramos y, al consumirla, nos beneficiamos de las sustancias que genera para adaptarse y protegerse del mismo ambiente”, explica Eva Raya.
- Recuerda comer la fruta con piel siempre que sea posible! Hasta el 40% de los fitonutrientes y antioxidantes se encuentra en la piel, y además aporta fibra.
HIDRATA TU PIEL
- “Cuida la hidratación también en el exterior. En esta época donde la calefacción es una constante, no está de más invertir en un buen humidificador. La piel lo agradecerá enormemente”.
- Lee la letra pequeña de los cosméticos. Los ingredientes más adecuados para el invierno son “los que aminoran la pérdida transepidérmica de agua y los que ayudan a restaurar el manto lipídico”.
- Los principios activos derivados de plantas xerófitas como la salvia sclarea (Xeradin TM) son especialmente benefactores. Esta planta que se distribuye en Europa y se cultiva muy especialmente en el litoral mediterráneo, se ha adaptado precisamente al estrés hídrico. El resultado de su fracción flavonoide y su contenido en azúcares le confiere una aplicación cosmética como hidratante inmediato, con un aumento progresivo de la hidratación y una duración de 24 horas. Tal y como demuestran los ensayos clínicos consigue aumentar el grado de hidratación de la piel sin alterar su función barrera.
- La manteca de karité rica en vitaminas A, D, E y F y ácidos grasos Omega 3 y 6, tiene además propiedades restauradoras y regeneradoras.
PROTEGE LA PIEL DE LOS RAYOS UV
- “Aunque la intensidad de algunos rayos UV es más baja en invierno, no hay que bajar la guardia y a ser posible utilizar protección solar física capaz de cubrir todo el espectro”.
Para combatir los efectos nocivos del frío sobre la piel Eva Raya nos recomienda: