Las vacaciones están para disfrutar, desconectar y descansar. Pero, teniendo en cuenta que en este período disponemos de más horas libres, hace buen tiempo y pasamos más horas al aire libre, es un buen momento para poner en práctica un reposo activo.
Se trata de adoptar unos hábitos de actividad de menor intensidad y duración a los habituales y, en su mayoría, distintos a los que estamos acostumbrados durante el periodo vacacional.

¿Cuáles?
Deberían ser actividades o ejercicios de carácter general, multiarticulares y que nos ayuden a mejorar la circulación sanguínea y la oxigenación de los músculos. Es decir, entrenar de forma ligera y aprovechar los beneficios antioxidantes que tiene el deporte.
Nadar
Si veraneas en la costa puedes aprovechar los grandes beneficios que te brinda el mar. Eso sí, es importante nadar en la zona paralela a la costa, que está delimitada por las boyas y dedicada exclusivamente a los bañistas. Hay que tener en cuenta que en el agua nuestros músculos trabajan entre 5 y 7 veces más que en tierra firme debido a la resistencia del agua.
Correr
Es una actividad que puedes practicar en cualquier lugar y momento del día. Eso sí, según la intensidad a la que corras tu organismo responderá de una manera u otra. Ritmos altos y trabajo de series intensas de corta duración (por ejemplo, series de 100 m) tienen más respuesta a nivel de desarrollo muscular y regulación de niveles de glucosa y sensibilidad a la insulina. Y ritmos bajos o medios de media/larga duración (carrera continua) tienen más respuesta sobre el sistema cardio-respiratorio. Lo idóneo es combinar ambos.
Palas
Lo que empezó siendo un mero entretenimiento a orillas del mar ya cuenta con Torneos de Pala en verano en muchas playas del mediterráneo. Y es que, la pala es una herramienta fantástica para mantenernos activos sin darnos cuenta y, además, bronceándonos. Es una actividad en la que movemos muchos músculos a la vez y, dependiendo de la intensidad, podemos quemar hasta 220 calorías.
Caminar por la playa
Para que andar por la playa se convierta en un ejercicio de fortalecimiento es mejor caminar por la arena compacta y estable de la orilla, evitando las zonas de mayor inclinación o desnivel. Con esta actividad conseguiremos fortalecer músculos y huesos, reducir el riesgo de lesiones y mejorar el estado de ánimo. Además, si lo hacemos a un ritmo elevado podemos llegar a quemar hasta 450 calorías en media hora.
Senderismo
Si, además de playa, tienes montaña cercana, una buena opción es realizar rutas de senderismo. En España contamos con más de 200 senderos de gran recorrido con multitud de etapas y variantes. Practicando esta actividad conseguiremos disminuir el riesgo de sufrir hipertensión, colesterol, diabetes y bajar de peso, especialmente si le dedicamos entre 45 y 60 minutos diarios.
Disfruta de forma sana de tus vacaciones!