Las diferencias socioeconómicas —la renta, el nivel de estudios…— explican muchas de las desigualdades en salud de la población española, una de ellas vincula el nivel educativo a la obesidad.
Un informe del Ministerio de Sanidad, recién publicado, pone de relieve que la obesidad, considerada como uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, es cuatro veces superior en mujeres con estudios primarios que en aquellas que tienen una formación universitaria. En cambio en los hombres esta diferencia se reduce a sólo el doble.
Dicho estudio ha tomado como base la información obtenida en las encuestas nacionales de salud realizadas entre los años 2001 y 2012 a fin de sacar conclusiones sobre los factores de riesgo de las enfermedades crónicas. En esta década, la frecuencia de la obesidad en la población adulta se incrementó en un 3,8% (un 2% en mujeres y un 5,7% en hombres).
La obesidad está considerada como uno de los principales factores de riesgo de distintas enfermedades crónicas y problemas de salud, como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, enfermedad coronaria y cerebrovascular y algunos tipos de cáncer. Según las estimaciones que menciona el informe, la obesidad explica el 80% de los casos de diabetes del adulto, el 55% de los de hipertensión arterial y el 35% de los casos de enfermedad coronaria.
El informe de Sanidad repasa el resto de factores de riesgo de enfermedad crónica. Más del 40% de la población adulta española (39% en hombres y 49,9% en mujeres) se declaró inactiva en su tiempo libre. Y una vez más, las personas con nivel de estudios más bajo declararon que no realizaban actividad física en una proporción un 60% superior que aquellos con nivel más elevado. En la mayoría de comunidades autónomas, sin embargo, la prevalencia de inactividad física ha descendido en la última década.
Ocurre algo similar con el porcentaje de fumadores: eran el 34,5% en 2001 y para 2011/12 ya se habían reducido al 27,1%. En hombres, la tendencia descendente se observó en todos los grupos de edad. En mujeres, se observó en aquellas con una edad inferior a los 45 años, ya que en las mujeres de 45 a 64 años la tendencia en el porcentaje de fumadores fue ascendente.
El porcentaje de consumidores de alcohol en cantidades que suponen un riesgo crónico para la salud también desciende: era 4,1% en 2003 y 1,2% en 2011/12. Por sexos, las mujeres bebedoras de riesgo pasaron del 1,5% en 2003 a 0,3% en 2011/12, mientras que en hombres esos porcentajes fueron 6,9% y 2,1%, respectivamente.
En consumo de frutas también han mejorado ligeramente las estadísticas: del 30,5% en 2011 al 28,6% pasada una década.
El estudio es muy interesante, por lo que te sugiero que lo leas aquí al completo.
Fuente: El País