Estaba cantado, la subida del IVA del 8% (IVAreducido) al 21% que desde septiembre de pasado año se aplica a los servicios de peluquería en España ha provocado en poco menos de un año una cifra de despidos cercana al 20% de los trabajadores del sector. Y es que un incremento de golpe de trece puntos en el IVA ha sido un duro golpe para las peluquerías.
Muchos establecimientos optaron en su día por hacer un gran esfuerzo y asumir parte de la subida del IVA, ocho o nueve puntos, repercutiendo el resto en el consumidor. No obstante, ello no ha evitado un descenso drástico de la facturación, lo que consecuentemente ha llevado al despedido de muchos profesionales. Algunos de ellos han optado por seguir activos en la economía sumergida, otros han decidido establecerse por su cuenta, con el riesgo que ello conlleva.
Se calcula que en total en nuestro país se han perdido alrededor de 20.000 puestos de trabajo en el sector de la peluquería y que en poco menos de diez meses han cerrado unos 8.000 a 10.000 establecimientos.
Según ha explicado a Efe Mariano Castaño, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Peluquería y Belleza, «ha sido un palo muy grande» para el sector.
Por otra parte, como era de esperar, también se ha cumplido el pronóstico de que con esa subida del IVA, en un momento de crisis, los clientes hayan reducido el número de visitas a la peluquería y haya aumentado el tiempo que dejan pasar entre cada corte de pelo, mechas o tinte.
Como consecuencia de esta situación se ha vuelto a los viejos tiempos de servicios a domicilio en condiciones precarias , ya que muchos de los profesionales que optan por esta salida laboral no cotizan a la seguridad social.
Con estos datos en la mano sería de esperar que el Gobierno recapacite, ya no solo sobre las consecuencias nefastas que ha tenido la subida del IVA en el sector de la peluquería, sino también en otros sectores como son los espectáculos.
Creo que se les ha ido la mano en su afán recaudatorio.