Vamos a vivir del cuento

Esta vez hay que tomarse el titular del post al pie de la letra “vamos a vivir del cuento”. No hay que mal interpretar la frase. Os lo voy a explicar.

¿Os habéis dado cuenta de las “historias” (yo les llamo cuentos) que los creadores de spots publicitarios desarrollan en pocos segundos en la tele? Basta recordar al chico que recorre las montañas y cuya “historia” nos cuenta su madre para luego recomendarnos un agua mineral en concreto, o aquella otra “historia” del fuet que desaparece de la despensa en poco menos de 24 horas y que  nos lo hace apetecible, precisamente a la hora de la cena.

Pues bien, los tiros van por ahí: una de las grandes realidades del mundo de la comunicación es y será el “marketing de contenidos”.

Los expertos apuntan a que la inversión publicitaria por parte de la empresas se hará en dotar a su comunicación de contenidos. Así, los contenidos acapararán las inversiones del sector del Marketing en el 2014.

¿Y cómo van a contar las empresas sus ‘historias’?

Pues a través de anuncios televisivos, como hemos visto, dependiendo claro está de su presupuesto publicitario;  utilizando la comunicación 2.0; mediante los blogs corporativos, etc.

Claro que no todos los contenidos valen, hay que saber muy bien cuáles son las necesidades de nuestros clientes, sus gustos y preferencias y, en base a ello, elaborar artículos, a difundir en uno u otro soporte, a fin de captar su atención e inducirles a la compra de nuestros productos o simplemente lograr el  afianzamiento de nuestra marca. Solo mediante este tipo de comunicación las empresas conseguirán  acercarse a sus potenciales clientes.

¿Sabéis la gran ventaja de la que parten las pequeñas empresas?

El punto de partida en teoría es igual para todas, depende de la creatividad y originalidad en la comunicación, de lo acertado de su mensaje, y de lo hábiles que seamos para posicionarnos en las redes sociales. Claro que ésta es la teoría y luego otra es la realidad. Sea como fuere, os aseguro que al menos en marketing vamos a vivir del cuento en mayor o menor medida en los próximos años,