Solo hay una cosa más difícil que abrir una empresa: cerrarla.
Hay muchos motivos por los cuales nos vemos obligados a cerrar la empresa, como indica el gráfico que se reproduce en esta página. Ya sea porque el negocio no es rentable, (la mayoría de los casos), por falta de financiación, por razones personales o, porque simplemente, hemos encontrado un comprador que quiere hacerse con nuestro negocio.
Lamentablemente son muchas las empresas españolas en el sector de la belleza que están pasando por el difícil trance de tener que cerrar su empresa. Por ello y para prevenir que suceda, os recomiendo la lectura del interesante artículo ¿Por qué cierran las empresas? publicado recientemente por idaccion en su blog.