La granada es una fruta con una vinculación especial a la belleza, debido a su gran poder antioxidante y sus propiedades beneficiosas para la salud. Gracias a sus antioxidantes, la granada ayuda a frenar el proceso de envejecimiento y a mantener la piel sana.
Según parece, es una fruta cuyo origen se remonta nada menos que a los primeros años del Neolítico. Fueron los fenicios quienes la exportaron a la zona occidental del Mediterráneo, y los árabes los introductores de este fruto en España, desde donde fue exportada a Ámerica tras la conquista.
Es una fruta rica en minerales, entre los que destaca el potasio, aunque también aporta fósforo, manganeso, calcio, hierro y magnesio. Entre las vitaminas, contiene principalmente vitaminas C, B1 y B2, aunque en pequeñas cantidades.
La granada es conocida especialmente debido a su gran poder antioxidante y sus propiedades beneficiosas para la salud. Gracias a estos antioxidantes, la granada ayuda a frenar el proceso de envejecimiento y a mantener la piel sana. Además es interesante su moderado contenido energético (61 kcal por 100 gramos).
Los frutos, las semillas y las cáscaras de la granada se utilizan intensivamente en la medicina tradicional como terapia natural.
Los principales componentes de la fruta de la granada, son la punicalagina y los elagitaninos, ambos responsables de los innumerables beneficios para la salud, debido a su fuerte actividad antioxidante.
Estudios recientes sugieren que la cáscara y las semillas de la fruta de la granada ilustran implicaciones terapéuticas en la gestión de la salud a través de la inhibición del efecto de los radicales libres y la modulación de la actividad de las enzimas relacionadas con el desarrollo de las enfermedades y su progresión.
La recolección de esta fruta en España y su época de mejor consumo tiene lugar entre los meses de septiembre y diciembre. Aprovecha pues ahora que la tienes en el mercado y disfrútala.