Nos puede sonar a locura al verlo en las redes sociales, pero quizás no lo sea tanto.
El ácido glicólico y el salicílico adquieren su fama gracias a su capacidad para exfoliar y perfeccionar la piel, pero, desde hace un tiempo, se han convertido en unos de los principios activos con más presencia en redes sociales como TikTok y su finalidad tiene poco que ver con lo que, de primeras, se te vendría a la mente… y es que se han postulado como una alternativa a los habituales desodorantes de uso diario. Sin embargo, ¿se puede usar como tal?
¿Cómo puede sustituir a nuestro desodorante?
Una de las claves a tener claras para saber si el ácido glicólico o el salicílico nos servirían como un sustituto de nuestro desodorante de cabecera está en conocer cómo trabajan estos últimos. “Los desodorantes son productos cosméticos que suelen utilizar diferentes activos, a veces probióticos, con el fin de evitar la proliferación de bacterias que causan el olor a sudor, y se suelen combinar con otros ingredientes que absorben la humedad”. No son un desodorante como tal, pero sí son capaces de alterar el pH de la piel, lo que reduce en gran medida la proliferación de bacterias y, por ende, el posible olor asociado a la sudoración”, explica Raquel González, directora de formación de Perricone MD y cosmetóloga.
¿Es peligroso de utilizar ácido glicólico o salicílico como desodorante?.
Aunque la teoría dice que puede ayudarnos, la realidad es que estos ácidos son un tipo de alfahidroxiácido y betahidroxiácido respectivamente que están dentro del grupo de principios considerados como irritativos. Por este motivo, si alguien se atreve con esta tendencia, debe hacer pruebas previamente para asegurar que el principio no le irrita y, desde luego, nunca se debe probar si se tiene antecedentes de patologías como los eccemas, la rosácea, o psoriasis.
Partiendo de que siempre es mejor usar un desodorante conocido, podemos optar por un producto fiable, a saber Silver Skin Tonic de Omorovicza. Trabaja con ácido salicílico, pero se combina con otros activos calmantes y regeneradores, como la niacinamida o un complejo de aguas termales de Budapest. También incluye plata coloidal, antibacteriana, lo cual puede evitar la proliferación del olor más incómodo producido por el sudor.
